La defensa del agua que impulsa la resistencia contra la minería en Guatemala
Enrique Che en la captación de agua de la comunidad de Río Pita, 15 de marzo, 2025. Photo © Romi Fischer-Schmidt.
Opinión • Romi Fischer-Schmidt • 5 de junio, 2025 • Read in English
El 14 de mayo, el defensor de la tierra Misael Mata Asencio fue encontrado muerto con múltiples heridas de bala. Fue asesinado en las oficinas de un proveedor de equipamiento industrial, donde trabajaba como guardia de seguridad.
Mata Asencio vivía en el municipio costero de Livingston, en el oriente de Guatemala, entre el mar Caribe y la Sierra Santa Cruz. Su pueblo natal, Flores, está en una vertiente boscosa que desciende hasta el lago de Izabal, el lago más grande de Guatemala. El pueblo se encuentra sobre ricos yacimientos de laterita de níquel, muy apreciados por inversionistas extranjerxs.
A medida que se conocen más detalles, queda claro que la investigación del asesinato por parte de la policía o de cualquier otra dependencia estatal será muy difícil. Mata Asencio se oponía a una empresa poderosa y adinerada que opera en Livingston: Rio Nickel Company, una minera canadiense dedicada a la extracción de níquel en transición de la fase de exploración a la explotación. La empresa Central America Nickel (CAN), propietaria de Rio Nickel, planea excavar una mina a cielo abierto en la sierra de Santa Cruz, a solo tres kilómetros de Flores.
En respuesta al asesinato de Mata Asencio, el Espacio Nacional de Autoridades Indígenas Ancestrales de Iximulew (ENAIAI) publicó un comunicado en el que pide al Estado guatemalteco que proteja a lxs defensorxs de la tierra y respete las leyes nacionales en materia de consulta y consentimiento previo, libre e informado de las comunidades indígenas. En su comunicado, el ENAIAI solicita la suspensión de las actividades mineras en Livingston y el apoyo de la comunidad internacional.
El 8 de mayo, pocos días antes de ser asesinado, Mata Asencio había organizado recorridos en las laderas de las montañas junto a miembros de su comunidad para identificar los hondos agujeros causados por la exploración minera y así crear conciencia sobre el proyecto de Rio Nickel. Asencio era miembro de las 54 Comunidades, una alianza de pueblos afectados por las tareas de exploración llevadas a cabo por Rio Nickel que se opone a la minería y el proyecto de mina a cielo abierto.
“No vamos a permitir. Si no, nos van a matar por nuestro vital líquido. Aquí hay 54 comunidades alrededor de este cerro. Lo que se ha dicho: aquí no queremos empresa”, dijo Enrique Che. Lo entrevisto en la fuente de agua de su comunidad, un arroyo donde tubos de PVC recolectan el agua que baja desde la sierra de Santa Cruz. Che, amigo de Mata Asencio, es portavoz de las 54 Comunidades y líder de la comunidad de Río Pita, cuya fuente de agua se encuentra a solo cuatro kilómetros del lugar donde se planea construir la mina. “Asencio estaba en la resistencia y también en búsqueda de hoyos de exploración en toda la montaña. Incluso vino aquí a mi comunidad”.
La mayoría de las 54 Comunidades son indígenas mayas q'eqchi' y afirman que no se les ha consultado sobre la expansión de la actividad minera. La noticia de las once licencias de exploración concedidas a filiales de CAN entre 2007 y 2021 no se reveló a los miembros de la comunidad sino hasta enero, como resultado de la presión comunitaria.
“Toda la gente de Sejá a Saila, de aquel lado de este cerro, están de acuerdo. No quieren permitir que entre la minera Rio Nickel porque todas las quebradas que salen de la montaña abastecen sus comunidades”, dijo Che, autoridad ancestral maya q'eqchi'. Cuando hablé con él por teléfono en mayo, me dijo que Mata Asencio no era el único opositor a Rio Nickel que ha recibido amenazas de muerte.
Los avances de la minera y la movilización comunitaria
La tensión ha ido aumentando conforme se expande el proyecto de Río Nickel. Miembrxs de la comunidad han denunciado el aumento del tránsito vehicular en la zona, la tala de árboles y la perforación de pozos de exploración sin que exista transparencia ni respuestas adecuadas por parte del gobierno.
“Asencio era activo con nosotros en la resistencia cuando bloqueamos la ruta porque, si no lo hacíamos, no nos respondían la ministra del Ambiente y el ministro de Energía y Minas”, dijo Che en referencia al bloqueo de cinco días de la carretera que conecta la Ciudad de Guatemala con el departamento de Petén instalado en abril.
Funcionarios del gobierno, entre ellos dos diputados, el alcalde de Livingston y el gobernador de Izabal visitaron el bloqueo. El alcalde y el gobernador reafirmaron su compromiso con la ciudadanía y su rechazo al proyecto de Rio Nickel.
Lxs manifestantes exigieron la cancelación de todas las licencias relacionadas con la minería en la zona. También lograron que la ministra de Medio Ambiente, Patricia Orantes, el gobernador departamental, Carlos Tenas, y el viceministro de Minería e Hidrocarburos, Carlos Avalos Ortíz, se comprometieran a reunirse con las 54 Comunidades. La primera reunión tuvo lugar en el Congreso guatemalteco el 24 de abril.
Una segunda reunión tuvo lugar cerca de los terrenos donde se planea construir la mina en la localidad de Río Dulce el viernes 23 de mayo, nueve días después del asesinato de Asencio Mata. Antes de la reunión, los líderes de las 54 Comunidades difundieron un llamado general a una manifestación pacífica de resistencia al proyecto minero. Miles de personas de la zona se congregaron en Río Dulce, donde lxs representantes de las comunidades dialogaron con funcionarixs del gobierno. Tiendas y supermercados locales cerraron por la tarde en una amplia muestra de apoyo a la manifestación. Lxs funcionarixs presentes prometieron proporcionar más información a lxs miembrxs de la comunidad en una reunión posterior, que habrá de celebrarse el 16 de junio.
Aunque la información sobre las licencias mineras suele ser opaca en Guatemala, el Observatorio Industrias Extractivas (OIE) publicó un análisis de las solicitudes de licencia presentadas hasta el momento por CAN a través de sus dos filiales guatemaltecas, Rio Nickel y Nicromchet. De las once licencias de exploración registradas ante el ministerio de Energía y Minas, siete están ubicadas en las 54 Comunidades, en Livingston. Otras tres se encuentran en el municipio vecino de El Estor, donde líderes locales han formado su propia alianza de 12 comunidades.
Se han tramitado ocho licencias ambientales relacionadas con las solicitudes de licencia de CAN, incluidas tres para la explotación minera, que permitirían la excavación de una mina a cielo abierto. Aunque las licencias de explotación siguen en proceso de revisión, según la OIE, los tres permisos ambientales de explotación fueron aprobados en un proceso irregular entre finales de 2023 y principios de 2024, durante los últimos tres meses del mandato del anterior presidente, Alejandro Giamattei. Estos permisos carecen de evaluaciones de impacto ambiental, algo que no se reveló hasta enero de este año.
La gran influencia de las mineras canadienses
Central America Nickel es una empresa de minería y tecnología canadiense dedicada al procesamiento y la purificación de energía y de los denominados “minerales críticos”, entre los que se encuentra el níquel. Es de propiedad privada, lo que significa que no cotiza en ninguna bolsa de valores y que la información financiera de la empresa, incluida la identidad de sus inversorxs, no es de dominio público. CAN fue fundada por Pierre Gauthier, su sitio web enumera diez empleadxs y miembrxs del consejo de administración, y presume inversiones mineras en Guatemala y la República Democrática del Congo.
Existen pocas vías para exigir responsabilidades a las empresas canadienses por sus inversiones y las acciones de sus filiales, lo que lleva a activistas y grupos de defensa a emprender acciones directas durante las juntas generales anuales de las empresas o en la mayor conferencia minera del mundo organizada por la Asociación de Prospectores y Desarrolladores de Canadá (PDAC), que se celebra cada año en Toronto.
Las primeras licencias de Nicromchet en Livingston se remontan a 2007 y, desde entonces, se le han concedido más de 20 licencias adicionales en Guatemala. El principal socio financiero de Nicromchet es Seed Capital Inc., también fundada por Gauthier de CAN. En 2015, CAN compró todas las acciones de Nicromchet, con lo que obtuvo el control de sus licencias, mismo año en que Gauthier asumió la presidencia de CAN.
La acumulación de licencias mineras por parte de Nicromchet fue facilitada por el representante legal de la empresa, Alfredo Salvador Gálvez Sinibaldi, quien fue director general de Minería de Guatemala entre 2005 y 2008. Gálvez Sinibaldi fue promovido al puesto de gerente general de Nicromchet en 2009, al mismo tiempo que ocupaba un puesto subalterno del ministerio de Energía y Minas durante la presidencia de Álvaro Colom, de 2008 a 2012, y sirvió como viceministro de Energía y Minas durante la presidencia de Otto Pérez Molina, de 2012 a 2015.
Resistencia indígena intergeneracional
La minería a cielo abierto es una amenaza nueva en Livingston, pero en el municipio vecino de El Estor es una vieja conocida. Allí padecieron 65 años la amenaza minera con la tristemente célebre mina Fénix, de propiedad canadiense durante la mayor parte de su historia. La mina Fénix tiene un impacto intergeneracional devastador en el tejido cultural y ecológico de la región.
Algunas familias q'eqchi' están repartidas entre ambos municipios y lxs activistas de El Estor desean compartir advertencias e historias de resistencia con sus primxs de Livingston. Angélica Choc es una de esxs activistas. Su esposo, Adolfo Ich Chaman, fue asesinado por agentes de seguridad de la mina en El Estor en 2009. Ella participó en una lucha de 14 años en los tribunales canadienses, que finalmente llegó a su fin después de que la empresa minera de níquel Hudbay Minerals, con sede en Toronto, firmara un acuerdo de reparación en septiembre del año pasado.
La familia de Choc huyó del trabajo forzoso en una plantación de café dentro del área de exploración de la mina Fénix en 1978, año en que la mina se inauguró oficialmente. La madre de Choc se mudó a la comunidad de El Estor, pero muchas de sus tías huyeron y establecieron una comunidad nueva en una zona apartada y llena de islas del río Pita, cerca de Livingston. Hoy en día, sus primos se encuentran organizándose contra otra minera canadiense.
“Somos piedras en el camino de las empresas, pero no la piedra que ellos buscan”, dijo Choc en entrevista telefónica en mayo. “Les impedimos todo los daños que causan a nuestros cerros. Sabemos como pueblos indígenas que tenemos todo el derecho de defender lo que nos pertenece, la riqueza de la madre tierra del territorio q’eqchi’”.
El asesinato descarado de Misael Mata Asencio envía un mensaje aterrador a cualquiera que se interponga en el camino de CAN. La mina Fénix en El Estor ha dejado un largo rastro de asesinatos, amenazas y criminalización de líderes comunitarixs y defensorxs de los derechos humanos.
Estos actos van desde asesinatos selectivos ordenados por el general Carlos Arana Osorio durante la fase de exploración en la década de 1960, hasta la masacre de Panzós en 1978, cuyo recuento oficial de víctimas mortales asciende a 53, y los asesinatos más recientes del marido de Choc, Adolfo Ich Chaman, en 2009, y del pescador y activista Carlos Maaz, asesinado en 2017.
La alianza histórica entre las empresas mineras canadienses y el gobierno guatemalteco ha permitido que se cometan asesinatos sistemáticos con impunidad, promoviendo una cultura del silencio y la fractura de la comunidad en El Estor. Mata Asencio es el primero en ser asesinado por resistirse a la minería en el vecino municipio de Livingston.
A pesar de la creciente presión de CAN, las 54 Comunidades siguen unidas y firmes en su mensaje: No a la mina de Rio Nickel de CAN.