Madres buscadoras en México exigen verdad, justicia y no repetición

Una mujer marcha en la Ciudad de México durante la protesta del 10 de mayo. Foto: Erika Lozano / @Erika.Kuru.

Reportaje • Dawn Marie Paley con fotos de Erika Lozano • 12 de mayo, 2023 • Read in English

“¡El 10 de mayo no es de fiesta, es de lucha y protesta!”

En México, el 10 de mayo es Día de las Madres. Durante los últimos 12 años, la fecha ha sido resignificada por las madres y los familiares de los desaparecidos en México.

La Marcha por la Dignidad Nacional, en la Ciudad de México, es la acción de protesta más numerosa de este tipo, y también es la más antigua. Este año, miles se reunieron de nuevo para exigir el regreso de sus seres queridos.

Los números de familiares de desaparecidos han aumentado drásticamente desde que Felipe Calderón asumió la presidencia en 2006. Para el 10 de mayo de 2011, cuando se realizó la primera marcha del Día de las Madres en la Ciudad de México, había 11,159 personas reportadas como desaparecidas, principalmente en los estados norteños de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.

Desde entonces, esa cifra se ha multiplicado por diez. Al menos 7,295 personas desaparecieron en México desde la marcha del 10 de mayo el año pasado, muchas de ellas en la Ciudad de México y el Estado de México.

Entre las manifestantes, se encuentran veteranas de las búsquedas y de la agonía de tener un familiar desaparecido. María Herrera, del estado de Michoacán, tiene cuatro hijos desaparecidos—dos en 2008 y dos en 2010. Su compromiso inquebrantable por encontrar a sus hijos ha contribuido a impulsar la articulación de grupos locales de familias a nivel nacional durante la última década.

María Herrera marcha el 10 de mayo, 2023 en la Ciudad de México. Foto: Erika Lozano / @Erika.Kuru.

En los últimos años, las protestas en el Día de las Madres se han proliferado por todo el país. En la ciudad de Puebla, la primera acción por el Día de las Madres sucedió en 2018, cuando alrededor de quince personas protestaron frente a la Fiscalía General del Estado.

La marcha creció con el tiempo y, como varios otros colectivos en el país, el colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla lleva a cabo sus propias búsquedas de sus desaparecidos y trabaja para desestigmatizar la desaparición.

Hace dos años, integrantes del colectivo durmieron durante 44 noches frente al congreso estatal para presionar a las autoridades a que acataran un mandato federal y legislaran en torno a la desaparición. Esmeralda Gallardo, integrante de la colectiva, fue asesinada en octubre.

Este año, integrantes del colectivo desplegaron una manta con la leyenda “Verdad, justicia y no repetición” sobre las rejas de la oficina del Fiscal General del Estado.

Un grupo musical acompañó la marcha de las madres en la Ciudad de México el 10 de mayo del 2023. Foto: Erika Lozano / @Erika.Kuru.

“Si se encuentran cuerpos y se encuentran a desaparecidos es porque nosotros mismos hacemos las búsquedas”, dijo Victoria Morales Camacho. “Siempre los vamos a buscar porque los queremos y los amamos”.

Morales Camacho ha buscado a su hija Nadia Guadalupe Morales Rosales desde el 27 de octubre de 2017. Nadia tenía 17 años cuando fue vista por última vez tomando un autobús para ir a la escuela.

Madres y familiares de las personas desaparecidas gritaron consignas y cantaron juntos antes de entrelazar sus manos para orar durante una misa matutina. Mientras periodistas locales tomaban fotos, llegó un pequeño grupo de ciclistas, gritando “¡No están solas!”

Las protestas y la presión hacia las autoridades locales son cruciales para obligar a los estados a cumplir sus responsabilidades legales ante las desapariciones. A menos que haya elementos que vinculen a un funcionario público o a un miembro de las fuerzas estatales de seguridad con una desaparición, el expediente y la investigación corresponden a las autoridades estatales.

Y, aunque el aparato judicial federal es reconocido por su ineptitud, la incompetencia y la complicidad son aún más claras a nivel local. En estados de todo el país, familiares han denunciado haber sufrido represalias como amenazas, acoso e incluso asesinatos por intentar registrar una desaparición en su localidad.

La falta de voluntad de los gobiernos locales para buscar a los desaparecidos o cooperar con los familiares es una de las principales razones por las que los grupos de familias se han agrupado en pueblos y ciudades de todo el país.

Una mujer marcha junto con su colectivo el 10 de mayo, 2023 en la Ciudad de México. Foto: Erika Lozano @Erika.Kuru.

Los familiares en búsqueda de sus desaparecidos también se han visto cada vez más amenazados, muchas veces por los mismos individuos o redes responsables de las desapariciones.

Las acciones del Día de las Madres a lo largo del país ahora incorporan exigencias y medidas para los familiares asesinados durante la búsqueda de sus seres queridos. Al menos 17 familiares involucrados en colectivos de búsqueda han sido asesinados en los últimos años.

Hace poco más de una semana, Teresa Magueyal, quien formaba parte del colectivo Una promesa por cumplir, fue asesinada en Celaya, Guanajuato. Ella es una de los cinco familiares involucrados en búsquedas que han sido asesinados en ese estado desde 2020.

Integrantes de un grupo musical marchan junto con las madres de desaparecidxs el 10 de mayo, 2023 en la Ciudad de México. Foto: Erika Lozano / @Erika.Kuru.

Los colectivos de familiares de desaparecidos han estado movilizándose desde la década de 1970, cuando más de 500 izquierdistas y disidentes fueron desaparecidos, en muchos casos por las fuerzas públicas. Para 2011, cuando la primera Marcha por la Dignidad se llevó a cabo en la Ciudad de México, las familias de los desaparecidos en el contexto de la llamada guerra contra las drogas habían empezado a reunirse de una manera más organizada.

Tras la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, que conmocionó al mundo y movilizó a cientos de miles de manifestantes en las calles, más y más colectivos comenzaron a organizar sus propias búsquedas de restos humanos.

La Red de Enlaces Nacionales se fundó en 2013 como una forma de crear una red de colectivos. Al inicio, sólo ocho colectivos de ocho de los 32 estados formaban parte de la Red de Enlaces.

“La Red de Enlaces Nacionales ha ido evolucionando del 2013 que inició con estos ocho colectivos hasta hoy, que es una articulación de 169 colectivos en 27 estados de la República”, dijo Monserrat Castillo, quien ha acompañado a los familiares de los desaparecidos en su organización durante 11 años. También existen colectivos que no forman parte de la Red de Enlaces, lo que eleva el total de grupos de búsqueda a nivel nacional.

Dos jovenes participan en la marcha del 10 de mayo en la Ciudad de México. Foto: Erika Lozano / @Erika.Kuru.

Castillo recuerda cómo al principio hubo resistencia a la búsqueda terrestre de restos humanos, especialmente por parte de las autoridades. En 2016, ella ayudó a organizar la primera Brigada Nacional de Búsqueda, lo que atrajo una mayor atención al proceso de búsqueda de desaparecidos liderado por las víctimas y educó al público y a funcionarios locales sobre la desaparición. Desde entonces, ha habido siete Brigadas Nacionales de Búsqueda.

“He podido ver ciertos cambios también a nivel social, si bien subyace esta narrativa de la criminalización de las víctimas, del estigmatización de las víctimas,” dijo Castillo. “También hemos podido observar una cierta transformación en términos de aceptar o de reconocer que las familias se encarnan de una realidad bien difícil que existe en el país”. 

Es una realidad muy dura, y difícil de aceptar. ¿Cómo podemos seguir con la vida pensando que si nuestro ser querido salga por un refresco o a tomar un camión, puede ser desaparecido? “Es una realidad bien dolorosa y yo creo que por eso es que existe tal resistencia a veces a mirarlo y a entenderlo y a solidarizarse [con las víctimas]”, dijo Castillo.

Una banda de metales acompaña la marcha del 10 de mayo en la Ciudad de México. Foto: Erika Lozano / @Erika.Kuru.

El poder colectivo de las madres de los desaparecidos, que protestaron desde Baja California hasta Chiapas, resonó en todo el país.

El resto del año, sus colectivos ayudan a buscar a los desaparecidos en las calles, hospitales, cárceles y en montes y propiedades abandonadas. Ellas asesoran y orientan a las familias que apenas empiezan a afrontar una desaparición, y presionan a las autoridades de todos los niveles a reaccionar ante la crisis. Estos colectivos realizan un trabajo peligroso, en el que sus integrantes arriesgan la vida para buscar a sus seres queridos.

Es por esto que, cada 10 de mayo, alzan sus voces  con protestas y cantos.

“¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”

Anterior
Anterior

Grietas en la captura constituyente en Chile

Siguiente
Siguiente

Guatemala: más allá de las elecciones